Qué curiosa es la vida. Mientras todo un país está pendiente de la televisión y de goles, faltas y penaltis, yo sólo tengo una cosa en la mente: mi móvil.
Mi móvil y mis sentimientos enfrentados. Por un lado, no veo el momento de que suene, y de que una voz me susurre que por fin corres entre las nubes, con todas las ganas que has ido acumulando estos años, y que por fin descansas en paz. Pero por otro lado......esa llamada me aterra. Y me encantaría que nunca se produjera. O que el mensaje distara de la realidad, y me dijera que todo va bien, que mañana podré acercarme a darte un beso y hablar de mil y una historias que hemos compartido.
Pero para qué engañarnos. Los pájaros no pueden ser enjaulados, porque son del cielo, y su amor es demasiado grande para coartarlo. Volarás alrededor de la luna. Y te dejaremos volar. Nuestros ojos llorarán hasta doler, pero así tendrá que ser.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario