viernes, 7 de mayo de 2010

TODO QUEDA EN FAMILIA

Creo que, oficialmente, ya ha sido inaugurada la operación bikini 2010. Y el hecho de estar todo el día enganchada a la lechuga y al peso, me ha llevado a realizar una reflexión: ¿Son los pesos y los árbitros de la misma familia? Parece una tontería de pregunta, pero si te paras a pensar un poco puedes descubrir una estrecha relación.

Objetivamente todos los pesos son iguales. Es decir, tu vas a comprar un peso y realidad te da igual cuál comprar. Pero una vez que llegan a tu casa y sus decisiones te afectan....entonces ya cambia la cosa.Igual que con los árbitros.

Para empezar, para uno mismo ambos son defectuosos de entrada. Veamos un ejemplo. Te puedes comprar el mejor peso de la tienda que en cuanto te subes y miras lo que señala piensas: "Este peso está mal. Fijo que con tanta electrónica no funciona bien y me está tocando las narices". Y..¿qué pasa con los árbitros? Pues lo mismo. Puede ser el mejor árbitro del mundo, pero cuando le toca arbitrar el partido de tu equipo es un gilipollas. Y se cree tan bueno que pita cosas que no son.

Para continuar, el trato. Ambos son tratados igual. Un árbitro oye millones de cosas en 90 minutos,independientemente de si lo que señala es correcto o no. Y la más bonita es "cabronazo".Tú te subes a un peso y tras comprobar la cifra resultante empieza una retahila de insultos y lindezas, tales como "Tu puta madre"

Otro dato, su falta de compasión. Da igual las uñas que te hayas comido durante el día, o el hambre que hayas pasado. O el sabor que hayas tenido que soportar de esos infumables snacks de maíz o preparados de frutas. Tu te subes y el tio ni siquiera te descuenta unos gramillos como premio a tu dedicación. Y si puede, te suma un kilo más, para que la desesperación sea mayor si cabe. En el caso de los árbitros, da igual lo que el equipo haya jugado, haya entrenado o los años que lleve sin jugar una final. El tío no ayuda ni un poquito. Y si puede, te pita un penalti en el minuto 94 y ahi te quedas.

Y por último, su impasividad. Ambos ven cómo te destrozan la vida y se quedan impasibles. Una falta de humanidad...Es más, la wii board del wii fit, que también te pesa, no es que sea impasible, es que encima te subes y dice ¡¡¡AUUUUU!!!
Y cuando tu equipo se retira hundido al vestuario, ellos se van al suyo engominados y con la cabeza bien alta encima! Estarás orgulloso!!!

A que después de estas reflexiones sí veis la relación?? Si es que, al final, todo queda en familia

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