Hoy me he levantado con la ilusión de que iba a ser uno de esos días que tanto me gustan. Había tarde de fútbol, tarde de Athletic.
Todavía no me puedo creer lo que han visto mis ojos. ¿Pero a qué clase de salvajes dejan entrar en los campos? Porque la culpa también la tienen aquéllos que permiten la entrada de estos energúmenos.
He visto (calculando más o menos) miles de partidos de fútbol en mi vida y nunca, nunca he visto un espectáculo tan deplorable como el de hoy. Tener que suspender un partido por el humo de las bengalas....bueno. Pero ver a los jugadores teniendo que entrar corriendo al túnel de vestuarios, a cafres intentando destrozar las vallas para invadir el campo... Por cierto, mi más sincera enhorabuena a los cuatro valientes que estaban aguantando las vallas!!! Yo me hubiera ido corriendo sin pensarmelo dos veces!
Y no es la primera vez que tenemos que sufrir a estos animales, porque ya en Bilbao estuvieron provocando y al final tuvimos que correr huyendo de los pelotazos.
En fin, que no entiendo cómo la gente puede llegar a estos extremos
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